martes, 19 de octubre de 2010

LOS SAICOS: PERU ES LA CUNA DEL PUNK SEGUN ABC DE ESPAÑA


A pocos días de la apoteósica presentación de Los Saicos en el Funtastic Dracula Carnival VI en Benidorm, el prestigioso diario español ABC publicó éste articulo en la que se reconoce categóricamente que el Perú es la cuna del punk. Comparto con ustedes el texto completo de Ignacio Serrano publicado el pasado 16 de octubre.

El “punk-rock” no nació angloparlante. Surgió el año 1964, en Lima, donde cuatro jóvenes formaron Los Saicos. Casi medio siglo después, el Funtastic Dracula Carnival de Benidorm ha sido testigo de su reunión.

Mientras los Beatles desembarcaban en EEUU, levantando el imperio del pop a golpe de mojigatería con Quiero coger tu mano, miles de kilómetros mas al sur, en una barriada de Lima, cuatro jóvenes aterrorizaban al público peruano con una música nunca antes tocada, provocadora, violenta, sórdida, salvaje, avivada por gritos y alaridos casi animales, cuerdas retorcidas hasta el límite y letras que hablaban de asesinatos pandilleros, de fugas carcelarias, de volar estaciones de tren, de incendiar, demoler, destruir y matar. “Era indudablemente diferente a lo que otros estaban haciendo, y nos sabíamos creativos por ello”, nos cuenta su vocalista Erwin Flores, ya convertido en leyenda. Desconcertante anomalía en el orden natural de la evolución del rock. Los Saicos protagonizaron uno de los capítulos más insólitos y fascinantes de la historia de la música popular cuando, en 1964, reventaron la cronología de géneros anticipando el nacimiento del punk más de una década, para después quedar relegados al olvido durante casi medio siglo.
No debe extrañar, pues, que de ellos se haya dicho que son
“el secreto mejor guardado de los sesenta”.

No existía nada parecido en una etapa tan temprana del rock y nadie había practicado un vandalismo sonoro similar a temas como Demolición, El entierro de los gatos, Salvaje, Camisa de fuerza o Fuga de Alcatraz. Auténticas bestialidades a las que no pueden encontrarse influencias previas, lo que convierte a Los Saicos en un fenómeno que aún hoy se antoja casi inexplicable para los críticos.

Como James Dean

Tampoco Flores lo tiene fácil para explicar de donde salió aquel engendro y cómo se convirtieron en el primer grupo que tuvo la idea de “atacar” a su audiencia con semejante agresividad (no en vano comenzaron llamándose Los Sadicos): “Yo creo que viene de James Dean, que siempre tenía que pelear con alguien en sus películas, como en Rebelde sin causa. Nosotros nos creíamos unos muchachos muy rudos, pero en realidad solo corríamos MUY rápido por las calles de Lima con los autos de nuestros viejos. Nuestra música posiblemente obedecía al mismo síndrome”.

Sus integrantes nunca pensaron en que tocaban punk, ni siquiera puede decirse que lo originaran, pues no se sintieron
“aludidos” cuando el movimiento estalló en el 77, y las bandas surgidas dicho año no recibieron ninguna influencia de ellos.

“Pero definitivamente eran una banda punk”, es la conclusión de expertos en la materia como el periodista John Hollstrom y el músico y realizador Don Letts, o de grupos del género como Iggy Pop o Lux Interior, que en su momento afirmaron que, a pesar de no haberlos descubierto hasta muchos años después de comenzar sus carreras, reconocieron en ellos a los “verdaderos pioneros”.

Un silencio de muerte

“Sinceramente, nunca relacionamos lo nuestro con el punk que vino luego”, admite Flores. “En el 77 yo estaba tocando salsa… Ni siquiera estoy seguro de que lo nuestro fuese punk, quizá proto-punk. Nuestra música era un poco más estructurada. Nuestros gritos, por ejemplo, siempre tienen un propósito musical. Ahora, que para hacerlos tienes que estar o medio loco o totalmente chiflado… eso es otra historia”.

¿Y cómo pudo ser entendida y tolerada una banda así en la sociedad peruana del 64? Flores lo achaca a que “el ambiente político en Perú era liberal, y el ambiente social aún más. Yo creo que la gente nos encontraba divertidos más que nada, excepto por unos cuantos desajustados que se lo tomaban en serio”.

El caso es que, a pesar de su inusual y desafiante propuesta, se convirtieron en héroes. “Mi hermano Harry -relata Flores- trajo a un ensayo a un amigo suyo que era un disk-jockey bastante popular, quien decidió meternos “de contrabando” en el Festival de la Cadena de Comentaristas de discos del Perú, donde la industria musical se reunía anualmente para premiar a los mejores de cada cosa. Tocamos Come On, y al terminar, se cernió sobre el teatro un silencio de muerte. Nosotros pensábamos que habíamos hecho una cagada total; pero, de pronto, la audiencia entera se alzó en pie gritando y aplaudiendo. Salimos de ahí con contratos de discos y televisión”.

El bienio 64-65 fue un paraíso para Los Saicos. “Llenábamos los teatros y la gente gritaba desde que entrábamos hasta que salíamos. Además estuvimos en la tele prácticamente cada semana”. Pero, como mandan los preceptos punk, la criatura murió joven. En 1969, Flores trató de reunir a la banda, pero “fue una estupidez”, todo había cambiado. Así que se fue a trabajar a la NASA –casi todo en esta historia es inverosímil-, tocó ritmos tradicionales ocasionalmente, y vio cómo el polvo se acumulaba sobre el legado de Los Saicos.

Bajar la ola grande

Un buen día, sin embargo, se volvió a hablar de ellos. Aunque entre los freaks del vinilismo sesentero siempre ha sido un grupo de culto, no fue hasta 2002 cuando resucitó la “saicomanía”. Un fanzine peruano les entrevistó ante su sorpresa, y poco después, uno de ellos aparecería en televisión hablando de la historia de la banda.

Pronto fueron apareciendo versiones de aquí y allá, y la fiebre se internacionalizó cuando el sello español Munster editó sus singles, allanando el camino para este regreso que ha puesto los dientes largos incluso a los actuales reyes del garage-punk, los Black Lips, que los idolatran. “Nos han llamado para hacer algo juntos”, dice Flores, pleno de orgullo aunque algo apenado, ya que uno de Los Saicos, Rolando Carpio, falleció justo antes de que resurgiese la saicomanía. “Me da mucho más bronca que pena”, dice Flores. "Es una pérdida irreparable, especialmente ahora que volvemos a los escenarios. Es una pena porque ahora estamos tan felices que no cabemos en nuestro pellejo. Este regreso es como bajar una ola grande, bien grande, a puro pecho, sin tabla ni nada”.

martes, 12 de octubre de 2010

LOS SAICOS EN EL FUNTASTIC DRACULA, LOCURA Y DESENFRENO. HASTA REPITIERON CANCIONES


foto: Miguel Salcedo

La presentación de Los Saicos en el Funtastic Dracula Carnival VI (2010) despertó gran revuelo en España. Cientos de saicolegas de todas partes del mundo se dieron cita en la Ku Disco de Benidorm el reciente domingo 10 de octubre para presenciar éste acontecimiento histórico. El júbilo que se despertó en el recinto obligó a que la banda repitiese dos veces las canciones "Demolición" y "Ana" a petición del respetable según comenta en su página facebook, Héctor Chavez, director del documental "Saicomania", quien luego de ésta experiencia, al fin cuenta con las imágenes epopéyicas para el cierre definitivo de la edición del documental.

Los Saicos fueron cabeza de cartel en la segunda fecha del festival compartiendo escenario con los espectaculares Wuau & Los Arrrghs de España y una de las noveles promesas del garage latinoamericano, la banda peruano-argentina, Los Peyotes.

Erwin Flores, Papi Castrillón y Pancho Guevara estuvieron acompañados por Ali (bajo) y Gonzaleo Alcalde (guitarra) ambos integrantes de la banda peruana Los Protones. Durante esta presentación, también participó el baterista Pablo Bam Bam de Los Peyotes reemplazando a Pancho Guevara quien dejó los tambores por unos minutos para cantar la clásica "Intensamente".

Para esta presentación no escatimaron en desenpolvar el viejo cofre de canciones inéditas, el estreno mundial de "Viejo y Enfermo" por ejemplo, causó revuelo total entre los presentes. Sin duda, fue una noche redonda en éste segundo retorno de Los Saicos.

En declaraciones para el canal Valenzia TV, Cesar "Papi" Castrillón manisfestó sentirse como en el 64 y que seguirá rockeando por veinte años más. Dijo además que el recibimiento en España fue impresionante y que la jornada habia quedado "corta", ya que los muchachones de Lince querían "hacer algo más". He aqui un compacto de imágenes colgadito hace pocos minutos por Kimjoa8 en el Youtube. Disfrutenlo!



10 de octubre 2010. los saicos en funtastic dracula carnival VI, benidorm, españa


...y aqui tienen otro videito. los saicos con pablo bam bam de los peyotes


ACTUALIZACION 25/10/2010: estreno mundial "viejo y enfermo", tema inédito tocado por primera vez en público.

PANCHO GUEVARA: "EL SONIDO DE LOS SAICOS SE CREO POR NUESTRA IGNORANCIA"*


“Ofertas para volver sobraban. Cuando apareció lo de España vimos que era tiempo de regresar”, nos dice el gran ‘Pancho’ Guevara, el baterista de Los Saicos, banda que mañana, después de 44 años, alégrese, reaparece en un escenario. Apénese, lo hará en España y no en Lima.

"En mi casa se escuchaba mucha ópera, mucha zarzuela, mucho tango; pero en la calle, mucha guaracha. Yo era pésimo bailando. Cuando aparece Elvis, en el 56, yo trataba de imitar sus pasos, pero no me salía”. Así empieza nuestra charla musical con Francisco ‘Pancho’ Guevara, el baterista de la más legendaria y entrañable banda que ha producido el rock peruano. Tan grande y universal es su leyenda –y su legado– que mañana, después de 44 años, sus integrantes vuelven a reunirse para ofrecer un concierto de verdad (no como las tocaditas puro feeling que dieron en 2006 en Mochileros y hace unos meses en el Británico) en el Funtastic Dracula Fest (Valencia, España). Vendería mi alma al diablo por estar allí.

¿Ver a Elvis también significó el inicio de su etapa como músico?

Siempre he sido melómano. Empecé en la percusión imitando a los vendedores de humitas, quienes las ofrecían tocando una tumba. Los escuchaba y salía disparado a verlos.

Dicen que los percusionistas son los menos músicos de una banda…

(Ríe). Al contrario. Yo tengo buen oído. Eso sí, yo me he vuelto sordo de tanto tocar, el volumen que usan estos compadres (y señala a sus músicos) es impresionante (ríe).

¿Cuál era su estilo en la batería?

No tenía (risas). Intentaba tocarla como el bongó, como la tumba, pero la agarraba a palazos (risas). Traté de ingresar al Conservatorio y me botaron (risas). Yo agarré la batería y me dediqué a darle, nada más.

¿Cómo conoció a Rolando Carpio (guitarrista), a ‘Papi’ Castrillón (bajista) y Erwin Flores (cantante)?

Todos vivíamos en Lince. Tuve la desgracia de ser vecino de Erwin en Breña. Felizmente no lo conocí (ríe). Ellos eran unas bestias, unos salvajes, yo era el sano, el tranquilo al lado de esos animales (ríe). Eran inquietos, movidos, avezados, muy intrépidos: caminaban por los precipicios, arriesgaban la vida por cualquier motivo. Y mire que no tomaban (ríe).

Sin alcohol, ¿cómo se salvajeaban?

La salvajada estaba en nuestros genes (ríe). Admirábamos a James Dean. Nosotros éramos unos rebeldes sin causa, pero tratábamos de encontrar una para justificar nuestra rebeldía (ríe).
¿Cogió alguna vez una guitarra?

Siempre hice percusión. Castrillón tenía un rondín y cantaba. Erwin era un cero, un negado, no tocaba ni cantaba. Pero en Brasil aprendió a tocar guitarra. A su regreso, según ‘Papi’, Erwin y yo nos acercamos a él y le dijimos: “Papi, estamos haciendo una banda. ¿Quieres tocar?”. “Ya”. “¿Quieres cantar?”. “Ya”. “¿Quieres tocar el bajo?”. “Ya”. No lo recuerdo, pero si ‘Papi’ lo dice debe ser cierto.

Así armaron la banda…

No sé cómo la armamos. ‘Papi’ y yo parábamos juntos. Erwin era un nerd (ríe), no jugaba fútbol, cometa, bolitas; no paraba trompo; todo el día leía. Más que inteligente era chancón (ríe). Pero si ha llegado a la Nasa y a ser físico, algún talento debe tener. Que haya chocado un satélite en Saturno no es su culpa (ríe).

¿Cómo nació el sonido ‘Saicos’?

Por ignorancia. La música bacán, la música linda no nos salía. Lo que nos salió fue ruido, fuerza... algo que es muy bacán. El papá de Erwin tenía un negocio de transmisores. En su taller había un par de amplificadores botados, de perifoneo; los tomamos, les dimos un poco de potencia y listo. Es más, la primera guitarra de Rolando, siendo ingeniero mecánico, solito se la fabricó. Debió estar mal hecha porque nuestra música tiene notas raras, que inventó Rolando. Años después, cuando el Chino (Rolando) veía tocar a su hijo ‘Rolo’, le decía: “¿Qué nota estás haciendo?”. Rolando se había olvidado de tocar (risas).

¿Y eran una banda ‘disciplinada’?

Durante un año ensayamos todos los días. Aprendimos a tocar ensayando. Así fueron apareciendo nuestras canciones; en ellas metíamos lo vivido: el Chino metía un par de notas y Erwin le ponía alguna vivencia. Demolición nace de su bronca por la estación del tren de Matucana. Yo me había mudado por allí y siempre les hablaba de lo bacán que era el tren. Al ‘Loco’ (Erwin) le jodían estas historias y puso la letra. En Camisa de fuerza hay locura y romance, es un zafarrancho, nuestro lado salvaje.

¿Los Saicos es una deformación de Los Sádicos?

Esa es una leyenda que se le ocurrió a un periodista. ¿Rolando dijo que el nombre venía de ‘sádicos’? Yo no la tengo clara. Yo creo que viene más de ‘Psycho’. Erwin y Castrillón están equivocados cuando hablan del nombre de la banda. Todos tenemos una versión rara, propia (ríe).

¿Alguna vez le dijeron a Erwin “canta bien”?

No, más bien le dijimos “no cantes” (risas). El cantante era Castrillón, quien tenía una voz melodiosa, pero cuando agarró el bajo se cruzó: no podía cantar y tocar. Y como Erwin era el inútil, ya, pues, cantó. Al inicio le dijimos: “Mientras aprendemos a tocar, tú gritas” (risas). No teníamos idea de lo que hacíamos. Nuestra inutilidad y nuestro talento nos llevaron a hacer lo que hacíamos. Grabamos 12 canciones, pero nuestro repertorio era de 25. Hemos rescatados tres –Mercenario, Poquito de pena y Viejo y enfermo– para tocarlas en España.

Guido Monteverde los eligió el Mejor Grupo de Nueva Ola…

¿Qué es eso? Oiga, eso es un insulto (ríe), se siente extraño.

¿Por qué se separaron?

Es que los otros tres eran insoportables (risas). Durante varios años vivimos casi juntos y era muy complicado soportarnos. Nuestro ego creció mucho. Llegamos a ganar unos siete mil soles por día, que hoy serían unos 20 mil soles. ¿Qué hacíamos con la plata? Ni idea. Además, siempre supimos que la música era nuestro hobby.


*Entrevista de Gonzalo Pajares Cruzado para el diario Perú 21.
foto: Low Fi Woman

jueves, 7 de octubre de 2010

MARIO VARGAS LLOSA, PREMIO NOBEL DE LITERATURA


Vargas Llosa, Nobel de Literatura por su «cartografía del poder» (*) tomado de La Razón, España.

El peruano Mario Vargas Llosa es el ganador del Premio Nobel de Literatura 2010, anunció hoy la Academia Sueca. El autor ha obtenido el galardón de este año "por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual", según informó el Comité Nobel.

A Mario Vargas Llosa, galardonado con el Nobel de Literatura, se le puede llamar con toda propiedad "señor de la palabra". Gran renovador de la narrativa en español, sus novelas han seducido a millones de personas en el mundo, quizá porque su gran ambición fue siempre la de "contar una historia bien contada".

El Premio Nobel, para el que Vargas Llosa sonaba como candidato desde hacía años, ha servido hoy para reconocer de forma definitiva una trayectoria que comenzó a deslumbrar en los años sesenta con obras como "La ciudad y los perros", "La casa verde" o "Conversación en La catedral".

Luego vendrían numerosas novelas, entre ellas "La guerra del fin del mundo", "El hablador", "La fiesta del chivo", "El paraíso en la otra esquina" o "Travesuras de la niña mala", que lo consagrarían como uno de los grandes escritores latinoamericanos, pero también del resto del mundo, y que lo harían merecedor de numerosos premios.

"La ciudad y los perros" ganó el Premio Biblioteca Breve y el de la Crítica española, distinción esta última que luego recaería también en "La casa verde", esa gran novela de Vargas Llosa que fue galardonada además con el Nacional de Novela de Perú y el Rómulo Gallegos. Sus grandes dotes como novelista, ensayista, articulista y autor teatral se han visto reconocidas también con premios de tanta importancia como el Príncipe de Asturias, el Cervantes (1994) y el Internacional Menéndez Pelayo.

Gran admirador de Víctor Hugo y de Flaubert, Vargas Llosa ha creído siempre que la literatura "es una expresión maravillosa de la libertad humana" y "ayuda a vivir". Por esa razón el escritor "no puede rehuir una cierta responsabilidad, sea moral, social o política, que trasciende lo puramente estético".

Con esas palabras expresaba Vargas Llosa su concepción de la literatura en unas jornadas que la Fundación Santillana organizó en Cantabria hace dos años, y en las que decía que las buenas novelas sirven para descubrir "todo aquello que quisimos ser y que inventamos para vivirlo de mentira".

"Por eso, la literatura es la gran acusación, la gran requisitoria; y es una demostración permanente de esa actitud crítica que ha sido el motor del progreso y de la civilización", afirmaba en aquella ocasión el escritor. La lectura de Faulkner fue fundamental para él en los 50, pero leer "Madame Bovary" le cambió la vida como escritor. Vargas Llosa siempre admiró "la terquedad y la perseverancia" de Gustave Flaubert para conseguir obras maestras, una perseverancia que sin duda el escritor peruano aplica siempre a la hora de intentar que cada uno de sus libros sea mejor que el anterior, más audaz desde el punto de vista literario.

Sus novelas parten de la realidad, pero, luego, el espacio y el tiempo en que transcurren "se convierten en una ficción", se emancipan del mundo real y cobran autonomía. Y ahí reside "el poder de persuasión" de sus obras, según le decía a EFE Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española y gran experto en literatura.

Escritor comprometido con el mundo que le ha tocado vivir, Vargas Llosa ha reflejado su preocupación por Hispanoamérica en novelas como "La fiesta del chivo", en la que recrea de forma magistral las tres décadas de la dictadura dominicana del general Trujillo.
Y ese compromiso vital aflora con frecuencia en sus numerosos artículos, en sus intervenciones públicas o en sus declaraciones a la prensa.

Nunca rehuye hablar de política y decir lo que piensa con claridad, aunque no siempre sus opiniones sienten bien. En los últimos años ha criticado con frecuencia la influencia de Venezuela y de Hugo Chávez en el resto de América Latina. El "socialismo autoritario" del presidente venezolano "es un gran peligro" para esa zona del mundo y para quienes no desean que haya "un retroceso hacia formas dictatoriales".

Y sobre Cuba, el escritor peruano suele afirmar que, mientras viva Fidel Castro, los cambios que pueda haber en ese país "no serán fundamentales". Vargas Llosa se documenta de manera exhaustiva para cada una de sus novelas. Pasa meses en las mejores bibliotecas del mundo y viaja a donde sea necesario para conocer los escenarios en los que sitúa sus historias. Y no siempre esos viajes son seguros ni cómodos.

Para preparar su próxima novela, "El sueño del celta", que el 3 de noviembre Alfaguara publicará en todo el ámbito hispánico, Vargas Llosa viajó al Congo porque allí transcurrió una parte de la vida del protagonista de este nuevo libro, el irlandés sir Roger Casement. Casement fue cónsul británico en el Congo a principios del siglo XX y amigo del escritor Joseph Conrad, que fue quien le abrió los ojos sobre las atrocidades que se cometían en aquel país africano cuando éste era propiedad de Leopoldo II, rey de los belgas. Será a primeros de noviembre cuando los lectores comprobarán de nuevo la capacidad de seducción de Vargas Llosa y la maestría de su literatura.