domingo, 4 de noviembre de 2007

BUENOS AIRES, LOS ROLLING STONES Y YO

EN LA CIUDAD DE LA FURIA
Despues de tantos años con la idea de conocer Argentina, al fin pude hacerlo mediante una peregrinación kilométrica sin precedentes en mi vida viajando cuatro días en bus recorriendo toda la costa sur del Perú y el norte chileno para luego atravesar la cordillera y la pampa argentina hasta llegar al terminal de retiro de la ciudad de Buenos Aires a las 2:00 am del sabado 18 de febrero.

Nora y Guillermina, me estuvieron esperando en el terminal durante más de cuatro horas y me llevaron al hospedaje que me habían reservado, luego de un duchazo que lo necesitaba a gritos, nos fuimos a celebrar el encuentro después de cinco años sin vernos las caras. Cerveza Quilmes, picadita de fiambre y queso, charla amena, interesante y divertida en un lugar espectacular, la plaza Dorrego del barrio de San Telmo, muy cerca de mi hospedaje, un lugar donde la bohemia toma el pulso de la ciudad.

Ese mismo día no pude dormir bien y no por lo cansado que estuviera, sino por las ganas tremendas de conocer la ciudad, su gente y su onda, asi que me desperté a las 8am y salí a perderme por las calles a observar todo lo que se encontraba a mi vista, primero las calles estrechas y empedradas de San Telmo, la calle Perú, la Plaza Mayo, La Casa Rosada, las avenidas Belgrano, Corrientes, Paseo Colón, la famosa 9 de Julio, Rivadavia, entre otras arterias importantes de la ciudad. Idas y vueltas, fotos por aquí, fotos por allá hasta dar con el famoso Luna Park, El Gran Rex, El teatro Colón, Congreso, El Obelisco y demás lugares bacanes como Puerto Madero, Palermo y Tigre.

mina curiosa, beatnik en avenida belgrano, como fondo el cartel del show.


beatnik en avenida belgrano.


beatnik en obelisco, av 9 de julio, buenos aires, argentina


LA NEGRA SOSA Y CHARLY EN EL ROSEDAL
Ni bien entré a una tienda de discos, pregunté: ¿dónde puedo escuchar un recital de Charly, el flaco Spinetta, Divididos o Los Ratones Paranóicos, donde paran esos locos? y de pronto alguien me dijo que el domingo por la tarde se iba a realizar un recital gratuito de Mercedes Sosa al aire libre en el parque Rosedal de Palermo, así que fuí en compañía de mi amiga Nora y su novio Guillermo.

El Show estuvo fantástico y "la negra" quien recien había salido de un tratamiento médico, demostró que aún tiene polenta para seguir cantando y hacer más recitales, de pronto hubo in intermedio y "la negra" hizo un preambulo a lo que se venía, la presentación de "un invitado de lujo y de fama internacional; Diego Torres!!!", aunque no soy seguidor de su música puedo decir que el show que hizo el ex novio de nuestra conocida "visitadora" Angie Cépeda fue muy bueno y es un tipo muy querido en su tierra. La gente siempre participa coreando las canciones.

Pero lo más bacán vino después, la Sosa despidió a Torres en medio de ovaciones e hizo otro preámbulo antes de presentar al segundo invitado, "y ahora quiero presentar a otro músico argentino querido por todos y que es un mito viviente, con ustedes el Gran Charly García!!!!!" y la algarabía de los 8 mil asistentes no se hizo esperar, la ovación fue espectacular y Charly lucía bien arregladito, sobrio y dispuesto para lo que quisiera cantar "la negra".

El pata se sentó en su piano de cola y acto seguido cantaron a dúo canciones de Serú Giran como "desarma y sangra" y de Sui Generis como "cuando ya me empiece a quedar solo", alucinante!, fue ALUCINANTE!!!, ver a esta gente en su propio habitat es la experiencia más increíble que uno se pudiera imaginar. Nora me dijo; "se te cumplió che y tanto que preguntabas por el Charly", solo me faltaba el flaco Spinetta y éste había tocado en el mismo lugar el domingo anterior, me lo perdí por llegar una semana tarde, pero me quedó el consuelo de haberlo visto en Lima en el María Angola. El show me dejó encantado, buena antesala a lo que se venía; Los Rolling Stones en River.

ESPERANDO A MICK CON LOS ROLLINGAS EN EL HOTEL

Los Rolling Stones habían copado la playa Copacabana tocando gratis ante más de un millón de personas, la cosa más increíble que uno pudiera imaginarse, la expectativa en Argentina por aquellos días era tal, que los Stones estaban en boca de todos, era muy común ver en los diarios las notas rollingas en primera plana, caminabas por las calles o avenidas y te topabas siempre con un cartel gigante del show de los Stones, entrabas a una tienda y por la compra de tal producto te ganabas una entrada para el show, los polos, los celulares, las disquerías, en conclusión; Buenos Aires deliraba de rollingmanía aguda.

El 19 llegaron los Stones al país pero faltaba Mick Jagger quien se había quedado un dia más en Río de Janeiro para ver a su hija brasileña y apadrinar una escuela de samba. Yo estuve en el hotel Four Seasons el dia 20 esperando que llegara Sir Jagger en medio de toda la fanaticada rollinga que no cesaba de corear sus cánticos de estilo futbolero, una de ellas la repetían hasta el cansancio y es así: "Esta es la fiesta/ la fiesta del rocanrol/ son los stones/ son los stones/ son los stones/ la puta mare que los parió".

rollingas, subcultura porteña.


rollingas en "la mansión", hotel four seasons, la recoleta, esperando a mick jagger.
foto:renzo sanchez



La cosa más pintoresca que he visto, los rollingas son una tribu urbana, una subcultura compuesta por jóvenes de estratos sociales bajos que tienen un estilo peculiar de ser; hablan forzando las fosas nasales, usan flequillo al estilo stone de los sesentas, escuchan blues, los Rolling Stones y las bandas argentinas que copian su estilo como Los Ratones Paranóicos o La 25 y se visten con jeans rotos, un polo de la famosa lengua o la cara de Mr Jagger y las infaltables zapatillas Topper.
Luego de esperar por varias horas que saliera Sir Jagger por el balcón, el cansancio fue causando estragos en mi, pero resistí algo más y pude ver como el hijoputa de Ron Wood salió por la terraza a saludar a la gente con el brazo en alto cagándose de la risa y desapareciendo en el acto sin dejarnos chance a mi y a los fotógrafos de los medios que pudieran sacar al menos una toma movida. Pero en fin eso queda en las memorias de todos los que estuvimos ahi. Minutos después me fui al hotel, tenía que descansar porque lo que venía al dia siguente, iba a ser el desmadre.

mick jagger entra en "la mansión" todos corren, se empujan, se tropiezan, en medio del despelote ésta es una foto tomada "a la de dios".
foto: renzo sanchez.




La llegada de Sir Jagger al hotel Four Seasons.



RIVER, LOS ROLLING STONES Y YO, LA CRONICA DEL DESMADRE

El 21 de febrero, día del concierto, me reuní por la tarde con mi amiga Giselle y sus compañeros de trabajo y al llegar al estadio de River Plate nos dividimos, pues yo tenía entrada para campo y ellos para platea, la cola avanzaba muy lentamente y se encontraba serpenteando a los alrededores del estadio, a lo lejos se podía escuchar a la primera banda telonera; “La 25”, hora después a “Los Piojos”.

Mientras duraba el tiempo de antesala, irrumpió en la cola el súbito “crash” de un vidrio que rompió la tranquilidad, en seguida se escucharon gritos y el retumbe de pasos agitados por la calle, como si se tratase de una manada de bueyes, se había desatado un desbande de grupos de fanáticos que no tenían entrada y que quisieron entrar con prepotencia al estadio.

Tuvo que intervenir la Policía Federal para poner freno a los desmanes en momentos en que reventó una gran ovación en el estadio y se dejaban escuchar a los lejos, los primeros acordes de “Jumping Jack Flash”. Había comenzado el show de los stones.
Me encontraba en la calle Udaondo, al frente estaba la entrada principal hacia campo y ahí estaban los 911 que controlaban el ingreso, éstos comprendiendo la desesperación de los respetables “colistas” permitieron que ingresáramos al estadio corriendo y así fue como entré, corriendo!, y por el apuro tuve que decirle al 911 que por favor “no me rompa la entrada que la quiero de recuerdo” pero éste tenía la cabeza en otro sitio o quizás no la tenía puesta y me la rompió “a la mala” pero pensé; “si me peleo con éste grandulón a lo mucho podré doblarle un dedo o termino con un brazo quebrado” así que tomé mi boleto roto y me fui corriendo desaforando mi ira y gritando hacia el gramado, total eran los Stones, era mi fiesta, mi ritual, mi desquite personal contra esos golpes que deparan la vida en el camino, ja.

El escenario era impresionante, el juego de luces nunca antes visto en Lima y al encenderse la pantalla digital gigante se escuchó un estruendo acompañado de imágenes de piedras rodando y esparciéndose representando el concepto del último album “A Bigger Bang”, nombre de la gira mundial.





Después, la pantalla empezó a registrar cada movimiento de Mr, Jagger y sus secuaces. Observo a los costados, hacia las tribunas, hacia adelante, hacia atrás y el estadio estaba repleto de 65 mil personas que coreaban y saltaban como locos.
Para ese entonces estaban tocando “It´s only rock´n´roll”, la segunda canción del programa y yo me encontraba buscando una ubicación perfecta para mí, di varios pasos hacia adelante para estar cerca del estrado, donde se concentra toda la energía del concierto y cuando me detuve; Keith Richards se había arrodillado esbozando un “muchas gracias” que provocó una ovación apoteósica y por poco el estadio se venía abajo. Luego, Mick Jagger con un castellano masticado saludó al público; “Hola Argentina, hola Buenos Aires, los extrañamos, es tan igual!”



El show continuó con la interpretación de temas clásicos como; “Shattered”, “Tumbling Dice”, “Midnight Rambler” y del reciente album; “Oh No, Not You Again” y “Rain Fall Down”, tocaron también un tema de Ray Charles “Night Time is the Right Time” en homenaje a éste ídolo del blues y el soul mientras en la pantalla gigante se apreciaba la típica estampa sonriente del músico recientemente fallecido.

Keith Richards hizo de las suyas, cantó “This Place is Empty” -compuesta por él y que está incluido en el último álbum- y "Happy" en la que cabe resaltar la extraordinaria capa sónica a base de guitarra steel que desprendió Ronnie Wood de sus manos. Impresionante!

El show continuó con “Miss You”, una de las nuevas “Rough Justice” y cuando marcaban las 11: 10 de la noche los stones se ubicaron en un escenario alterno movible que los llevó lentamente hasta la mitad del campo.
Yo me encontraba a tan sólo 20 o 15 metros, aquellos héroes del rock´n´roll de toda la vida que consideraba inalcanzables y que hasta ese entonces solo eran una realidad en los libros, los discos y los vídeos, se encontraban frente a mi tocando “Start Me Up” con Mick Jagger moviéndose y saltando sin mostrar un mínimo atisbo de cansancio, al igual que los demás. Me encontraba tan cerca que sin exagerar, hasta podía oler el sudor que despedían.



No faltaban los vendedores de helados y gaseosas que triplicaban el valor normal de los productos, pero eso no importaba a la hora de vencer la sed ante una sensación térmica de 38 grados.

El show continuó con “Honky Tonk Women” y “Sympathy For The Devil” que fue tocada con una nueva introducción de piano, al respecto Mick Jagger con sombrero de copa en la cabeza, parodió la canción de Mefistófeles con sutil histrionísmo.
Acto seguido; “Paint It Black” y después “Brown Sugar”, el público estaba tan encendido que eran ellos los que empezaron a dar la iniciativa, de ésta manera cuando Jagger coreaba “yeah, yeah, yeah!, el público contestaba alzando los brazos y exclamando “wwoowww!” y la canción la tuvieron que prolongar más de lo que dura originalmente.

Al término de ésta canción, apagaron las luces y los stones salieron de escena, mientras tanto la pantalla gigante iba emitiendo imágenes de la famosa lengua jugueteando y ofreciendo lamidos tridimensionales. Durante esos minutos de descanso, el público coreaba el sonsonete de “Satisfaction” pero sin letra sino solo el sonido fonético de la vocal “O”, OOhh!, OOOhh!, OOhh!!. Cuando aparecieron otra vez en el escenario en medio de una algarabía total “You Can´t Always Get What You Want” fue el tema con el que abrieron el bloque final.

Después, el estadio se vino abajo porque Jagger & Co. reventaron el estadio con un bombazo, el demoledor hit del siglo XX “(I Can´t Get No) Satisfaction”, minutos en que el público desató su histeria saltando, coreando el “Ooh”, Oooh”, Oooh” y quitándose las camisetas para revolotearlas en el aire, Mick Jagger quien había aparecido con un polo de la selección argentina copió la iniciativa de la gente y también revoloteó la suya desde el escenario.

En conclusión, el show estuvo tan copado que nadie quería irse, luego que los integrantes se despidieran abrazados con venias frente al público que los ovacionaba insistentemente, un show pirotécnico de fuegos artificiales se encargó de apaciguar la euforia indicando que había llegado el fin.

Fueron dos horas de show de los Rolling Stones, la banda de rock´n´roll más grande del planeta que quedarán grabadas en mi memoria para toda la vida y que nunca me cansaré de contarlo con lujo de detalles a mis amistades, futuros hijos, sobrinos y nietos. A todo esto no me queda más que agregar misión cumplida!!!, rodé entre las piedras!!!. Yeahhh!!!

(publicado el 10 de marzo del 2006 en "mi espacio")

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