miércoles, 14 de noviembre de 2007

BJORK EN LIMA: QUE NOCHE TAN APOTEOSICA

Jamás habia visto a un publico limeño tan vibrante. Las razones creo que saltan a la vista, alejados durante buen tiempo de los eventos de gran envergadura, era de esperarse que nuestro público responda notablemente con estruendosas aclamaciones durante todo el show que entregó Bjork en el Vertice del Museo de La Nación, el pasado 13 de noviembre. Digamos que no fue un concierto, sino mas bien, una fiesta frenética y de profunda catarsis que culminó en apoteósis.

En todo momento existió una permanente comunión entre la artista y el público que no cesaba de cantar las canciones en un perfecto inglés y corear los temas con una espontaneidad poco usual en nuestro medio. Fue en Lima donde se evaporaron los repentinos cambios de ánimo que la conllevaron a ofrecer shows desganados en Argentina y en Chile ante sus conocidas molestias por el acoso mediatico y las fobias a los flashes, claro está sin obviar aquel incidente provocado por Charly García quien le habría arrojado un vaso de whiskey en el hotel donde estuvo hospedada.

Luego de escuchar por varios minutos la extraña música de antesala, se apagaron las luces. Y aproximadamente a las 9:05 de la noche aparecieron las Wonderbrass dando inicio al show con una coreografía y performance de vientos, portando banderines y vestidas con coloridas túnicas muy de corte medieval. En seguida una secuencia de beats tribales abrió espacio para "Earth Intruders" una canción de su último CD "Volta", preciso instante en que "la china" aparece en escena produciéndose una estruendosa ovación sin precendentes. Fue tal el júbilo que incluso impedía escuchar la canción, ¿me permiten una comparación?, fue como si los Beatles estuvieran tocando en un ensordecedor Orange Bowl. ¿Lo imaginan?

Introduccion de las Wonderbrass. Inicio del concierto con "Earth Intruders".


Después de esbozar un tímido "grraacias", prosiguió el show interpretando "Hunter", momento determinante en que el público espontaneamente cantaba y coreaba al unísono. A cada fraseo de la islandesa, los asistentes respondían con rotundos "Aaaahhhh!!!, Ooohhhhh!!!" mientras se daba maña para jugar en el estrado como una niña haciendo piruetas con las manos, correteando, saltando y lo principal.. sonriendo. Luego con sus manos hizo otra pirueta desprendiendo una telaraña dejando una estela de alucinanción y magia entre los presentes. Fue fantastico. El público perdió la cabeza, en ese instante se había consolidado el romance con la artista.

"Hunter". Ovaciones estruendosas Aaaahhh!!! Ooooohh!!, la espontaneidad del público fue fabuloso, "la china" estuvo muy feliz en Lima.


La tercera canción que tocó fue la bellisima "Cocoon", un estreno impensado y gratamente sorpresivo que hasta entonces no había tocado en ésta gira y que incluso no toca en vivo hace varios años, digamos que "la china" había avisorado un feeling especial con el Perú y por tal razón las ovaciones eran cada vez más fuertes.

"Cocoon", hermosa sorpresa de la noche y estrenada en Perú para ésta gira.


Siguieron "The Pleasure is all Mine", "Joga": otro gran momento karaoke, "What is it", "Desired Constellation", "Army of Me" la misma que termina con un "graaacias", después "Innocence", las exitosas "Bacherolete", "I Miss You" y las infaltables "Unravel" y "Wonderlust" culminando asi con la secuencia de temas pasivos.

El show tuvo un gran momento de climax cuando Bjork interpretó "Hyperballad", muchas lágrimas brotaron durante esos cinco minutos, los flashes que no cesaban de relampaguear, el público que cantaba a viva voz una de las canciones más emblemáticas de la era contemporánea y que repentinamente fue in crescendo a un ritmo más pegajoso y dance. Los sincopados de Chris Corsano, el baterista y responsable de los beats más extraños y freakies que uno pueda imaginarse, le dio ese impulso "techno house" que requería el tema para pasar a un ritmo más frenético. De ésta manera dieron pase a "Pluto" cuando desde las alturas caía confeti sobre las cabezas de más de cuatro mil personas mientras la artista daba alaridos saltando y bailando. Los asistentes se entregaron completamente al júbilo como si se tratase del último rave de sus vidas antes del juicio final. Esta fue la parte más freak del evento y todos terminamos extasiados. Bjork pronuncia un "muchaaas graciass" y se fue. De ésta manera culminó la primera parte del concierto.

"Pluto", rave absoluto, frenetismo total, el momento más freak del concierto.


Hubo diez minutos de intermedio, durante ese tiempo el público clamaba impaciente por el retorno de "la china" al escenario. Desde algún rincón del recinto se escuchaba el vitoreo de un lejano y perdido "Olé Olé, Olé...", pero que poco a poco fue tomando fuerza hasta convertirse en un grito de campaña. Escuchar a más de cuatro mil asistentes vociferando "Olé, Olé, Olé Bjork, Bjork" fue estremecedor y estoy seguro que ningún artista jamás olvidaría ovación tan profunda y apasioanda como ésta. El público limeño estuvo tremendo en todo momento.

La artista reapareció en el escenario y pronunció una frase clave: "estamos muy felices de estar en Perú!!!", desatando alegría entre los asistentes y acto seguido, presentó a los integrantes de la banda. Luego las Wonderbrass se desplazaron rodeando a Bjork quien se encontraba justo en medio del escenario, una luz tenue dibujaba su menuda silueta mientras sonaban los primeros acordes de viento de la canción "The Anchor Song", la comunión artista-público otra vez de manifiesto los cánticos y los coros, una sonrisa, un nuevo "graaaciass" y más aplausos.

Después, Bjork exclamó "Viva la Revolución!" desatándose un nuevo momento de climax con otro bombazo de su último album, con "Declare Indepedence" el respetable volvió a saltar, gritar, bailar y entregarse al júbilo en medio de confeti, mucho sudor, luces inteligentes, cortadoras y sonidos frenéticos emitidos por ese interesante aparato llamado "Reactable" toda una revolución tecnológica del presente al servicio del arte. Durante ésta última, alguien arrojó una bandera de su país, la artista la cogió, sonrió, la colocó en el pedestal de su microfono y como muestra de agradecimiento dio rienda suelta a una entrega total. Lo que se vivió en el recinto sanborjino fue un absoluto frenesí.

"Declare Independence", final apoteósico. La bandera de Islandia y otra frase célebre "viva la revolución!!!"



El show duró una hora y media y cuando acabó, nadie quería moverse de sus lugares, había sido un acontecimiento muy dificil de asimilar y solo quedaba buscar maneras de disipar esa sensación buscando una cerveza o charlando con los conocidos para compartir impresiones de algo que jamás nos hubieramos imaginado que pudiera ocurrir en éste bendito país llamado Perú. Bjork; feliz, el público peruano; feliz, las delegaciones de extranjeros; ecuatorianos, chilenos y colombianos; felices. El show salió redondo.

1 comentario:

@halodmode dijo...

Nunca imaginé ver a Bjork y mucho menos acá en Lima, sin duda uno de los mejores conciertos de mi vida. Gracias por compartir esta experiencia.