CRONICA: TELEGRAPH AVENUE EN EL PERUANO JAPONES, UNA CITA CON LA HISTORIA

Entre más de mil conciertos que habré visto a lo largo de mi historia, solo podría mencionar seis que me marcaron la vida: Metallica en el Estadio Nacional, Roger Waters en la Explanada del Monumental, The Rolling Stones en el Estadio River Plate de Buenos Aires, Los Saicos en el Peruano Británico, Los Saicos en el Teatro Julieta (la vez que Los Silver Mornings compartimos escenario con ellos) y éste, el reciente concierto que ofreció Telegraph Avenue el pasado 1 de abril en el Teatro Peruano Japonés.

Les explico por qué, creo que jamás he escuchado a una banda peruana que suene tan de puta madre en vivo, además del exquisito estilo y la calidad interpretativa que ha caracterizado siempre a los Telegraph Avenue, es importante destacar la perfecta acústica del local nipón, los excelentes equipos que habian a disposición de los músicos, y muy en particular, el aura de nostalgia y buena vibra que se desprendió desde las butacas durante todo el show.


telegraph avenue en el peruano japones. 01/04/11
foto: renzo sánchez

Realmente era un cuadro conmovedor ver a los Telegraph Avenue tocando como si fuera una fiesta del ayer rodeado de los amigos de siempre, esos amigos que los siguieron a todas las fiestas privadas y públicas que ofrecieron en los setentas. Los podías ver en todas partes del recinto, canosos, algo calvos quizás, algo rechonchos también, saludándose con efusividad entre sí al reconocerse unos a otros, viéndose las caras de quién sabe cuántos años desde la última vez, la actitud era una sola, eran hippies y rockers de antaño que a pesar de sus sesentaypocos, mantienen ese espiritu juvenil que el rock n roll envuelve a todo aquel que lleva su estandarte. Una cosa impresionante el desborde de tanta felicidad en el ambiente.

Luego de una impecable presentación de la agrupación Amigos con Gerardo Manuel a la cabeza, comienza el show de los Telegraph Ave con la exposición de un documental que reseña la biografía de la banda, luego de unos minutos, aparecen en el escenario los integrantes originales Bo ichikawa, Chachi Lujan, Walo Carrillo y Alex Nathanson. Para esta ocasión los acompañan Tavo Castillo (guitarra steel, teclados, flauta traversa) y Walo Carrillo Jr (percusiones). El público los recibe con fuertes aplausos.

Abren el show con el temazo "Let Me Start". Al rato, Chachi Luján, saluda al público y dedica el concierto a Carlos Paredes un viejo amigo de la banda que había fallecido justo el dia anterior al evento.

Yo estuve ubicado a cuatro filas del escenario, me había encontrado con Carlos Torres Rotondo el escritor de "Demoler", la célebre obra que documenta la etapa fundacional del rock nacional, ambos, entre tema y tema, comentabamos nuestras impresiones sobre lo que veníamos escuchando, incluso, llegabamos a las mismas conclusiones, Telegraph Avenue estaba sonando como si se tratara de una auténtica banda californiana tocando en el Fillmore West, estabamos frente a una banda que se aprecia mejor en vivo que en estudio, tendrían que experimentarlo para entenderlo mejor.

En algún momento del show, tanto Chachi Lujan como Alex Nathanson hacen un alto para preguntar si se encontraban amigos integrantes de otras bandas entre el público, fue asi como se desata un cúmulo de ovaciones cuando Billy Morgan de The Mads y Cesar Ichikawa de Los Doltons se levantan de sus asientos recibiendo no solo el saludo de lo integrantes de la banda, sino también del público presente entre los que tambien se encontraban algunos personajes de Traffic Sound, Black Sugar, Los Yorks, We All Together, entre otros legendarios de la época.


telegraph avenue en sesión acústica. teatro peruano japonés 01/04/11.
foto: renzo sánchez

Interpretaron las baladitas emblemáticas despertando gritos femeninos en "Telegraph Avenue", "Lauralie" y "Happy". Bo Ichikawa al cantar estas canciones con tanta carga emocional es capaz de tocar las fibras más sensibles del alma. Luego de unos minutos dieron rienda suelta al repertorio del nuevo album, el tercero de la carrera, basado principalmente en canciones compuestas durante aquellos años de esplendor pero que no fueron publicados en los dos primeros albumes (el rojo y el blanco).

Entre los temas nuevos, destacan "Ami", "Feel", "El Rock del Gato", "Kinny", "Fingers" y "People See Me Crying" en la que Walo Carrillo se despacha con un soberbio solo de bateria que por momentos me hacía recordar al "Bonzo" Bonham de Led Zeppelin, sin duda el maestro Carrillo es un show aparte.

La interpretación de "Sungaligali" fue una de las más ovacionadas de la noche, pero la intensidad del show se elevó cuando ingresan los invitados especiales al estrado. El primero en aparecer fue German "El Mono" Cabieses, un personaje que a simple vista parece un viejo surfer del Club Waikiki, pero como las apariencias siempre engañan, quedé perplejo al notar que su estilo para tocar la viola es el de un blueser de grueso calibre. Empuñando su guitarra Carvin y desbordando gestos graciosos se mandó con unos punteos s-e-n-s-a-c-i-o-n-a-l-e-s! durante el tema "Rockin´ Rock (The Girl From Oklahoma)" incluida en el album blanco (1975), producción en la que por cierto, él participó.

Después tomó la posta Christian Van Lacke, el segundo invitado, el violero de Tlön, demostrando claramente que posee un talento sobrenatural al desprender desde su guitarra Gibson Epiphone sublimes notas blueseras en "Sometimes In Winter" surco fundamental del album rojo (1971).


telegraph avenue con german "el mono" cabieses.
foto: renzo sánchez


telegraph avenue con christian van lacke.
foto: renzo sánchez

La jornada no podía acabar sin la interpretación del tema himno de la banda, ya saben a cual me refiero, "Something Going", la tocaron luego del respectivo encore y en una versión extensa, con nuevos arreglos percusivos a cargo del propio Chachi Lujan quien dejó la guitarra a un lado para improvisar una performance en la zona de Walo Carrillo Jr.

Alex Nathanson da unos pasos más adelante e invita al crowd a cantar el pegajoso fraseo de la canción. Qué mejor final que éste, la interpretación estuvo increible, tan increible como la atmósfera de buenas vibraciones que se vivió a la salida del recinto, donde no faltaron las felicitaciones, los encuentros entre viejos amigos, los acosos por firmas de autógrafos, fotos con los miembros de la banda, los vendedores de t-shirts y el ilustre Andrés Tapia con sus discos de antología.

Voy a buscar a Walo Carrillo para saludarlo por el éxito del evento y el hombre estaba rodeado de mucha gente, pero logro darle la mano y felicitarlo, hago lo mismo con los otros músicos. Era conmovedor como a Walo Carrillo le brillan los ojos de emoción cada vez que se encuentra con amigos que no ve de tiempo, lo veo exclamar ¡Newman! y aparece entre la multitud un señor regordete, calvo y de ojos celestes, ambos se abrazan y se quedan conversando algunos minutos, la misma escena se repite en otros sectores.

La gente se va retirando poco a poco, los responsables del local nipón apagan las luces cumpliendo con su horario estricto y todos los demás que celebraban los encuentros, los halagos y las fotos en conjunto, tienen que abandonar el local a seguirla en algún bar o en algún restaurante cercano.

Nadie de los que estuvimos presentes olvidará esta fecha, fue una cita con la historia, un acontecimiento indeleble que se encuentra entre los más importantes que se hayan vivido en éste país. Sin duda alguna.

sometimes in winter


people see me crying


lauralie


something going